Se específico en tu mercadotecnia

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Las trivialidades y generalidades resbalan sobre la comprensión humana como el agua sobre las plumas de un pato.

No causan ninguna impresión. Decir: ?Lo mejor del mundo?, ?El precio más bajo en existencia?, etc., en el mejor de los casos, simplemente afirma lo esperado.

Los superlativos de ese tipo generalmente son perjudiciales. Sugieren soltura, una tendencia a exageración y descuido a la verdad.

Conducen a los receptores de estos mensajes a menospreciar todas las manifestaciones que hagas.


Las personas tienen cierta tolerancia hacia los argumentos de venta, como la tienen hacia la poesía.

Puedes decir: ?De calidad suprema?, sin que parezcas un mentiroso, aunque uno sepa que otras marcas son igualmente buenas.

La gente espera que un vendedor este exagerando las bondades de su producto y todos entendemos las exageraciones que nacen del entusiasmo.

Si eres proclive a utilizar superlativos, tienes que anticipar que cada una de tus declaraciones sean tomadas con cierta reserva.

Pero si haces una afirmación específica, hay de dos: o estás diciendo la verdad o estás mintiendo.

Por lo tanto un argumento preciso es aceptado.

Números concretos no son descartados.

Los hechos específicos, cuando se mencionan, tienen un peso y efecto contundente.

Esto es muy importante, tanto en la venta de cara en cara como en la publicidad.

El peso de un argumento se puede multiplicar haciéndolo específico.

Si dices que una lámpara de tungsteno da más luz que una convencional, dejas dudas.

Pero si dices que da 3.7 veces más luz, la gente percibirá que has hecho pruebas y comparaciones.

Puedes decir: ?Nuestros precios han sido rebajados?, sin crear ninguna impresión.
Pero cuando dices: ?Nuestros precios han sido rebajados el 25 %?, de esta afirmación obtiene valor.

Ejemplo:

Una anunciante vendía ropa para la gente de bajos recursos. Por años utilizó el mismo eslogan: ?Los precios más bajos de México?. Todos sus competidores copiaron ese lema.

Luego garantizó que iba vender siempre abajo del costo de sus competidores. Sus rivales hicieron lo mismo. Muy pronto sus ofertas se convirtieron en algo común en la publicidad de su ramo.

Entonces, gracias a un buen asesor, cambió su eslogan y empezó a anunciar: ?Nuestra utilidad neta es del 3%?. Esto era una declaración precisa e impactó.

Con su volumen de negocio era evidente que sus precios debían ser los más bajos.

Nadie podía esperar que se pudieran hacer negocios con un margen menor al 3 %.

El año siguiente, su negocio tuvo un crecimiento sensacional.

Ser especifico es uno de los pilares de la buena mercadotecnia.

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